En Antea Flora, especialistas en flores a domicilio en Valencia, creemos que cuidar de nuestras plantas es una forma hermosa de reconectar con la naturaleza y con nuestro propio ritmo. Las rosas, por su simbolismo y belleza, merecen una atención especial, y una de las claves para mantenerlas sanas y floridas es aprender cómo podar rosas de manera adecuada.
¿Por qué es importante podar las rosas?
Podar no es simplemente cortar por cortar. Es un gesto de cuidado que ayuda a que la planta respire, crezca con más fuerza y nos regale más flores. Al eliminar ramas secas, enfermas o mal orientadas, favorecemos la circulación del aire, reducimos el riesgo de enfermedades y estimulamos nuevos brotes. Además, con una poda bien hecha, prolongamos la floración durante toda la temporada y conseguimos rosales más equilibrados y armónicos.
El momento adecuado para podar
En nuestra experiencia, el mejor momento para podar es a finales del invierno o comienzos de la primavera, justo cuando vemos que los primeros brotes verdes empiezan a asomar. En Valencia, eso suele ser entre finales de febrero y principios de marzo. También podemos hacer pequeñas podas en verano, simplemente para eliminar flores marchitas y dar un ligero repaso a la planta. Así conseguimos una segunda floración y mantenemos el rosal con buen aspecto.
Tipos de poda y cómo abordarlos
No todas las podas son iguales. Cuando el rosal es joven, hacemos una poda de formación, que busca darle una estructura abierta y fuerte para los años siguientes. En rosales adultos, la poda de mantenimiento es la más común: retiramos las ramas viejas o mal ubicadas, y recortamos los tallos principales para renovar la floración. En plantas muy envejecidas o descuidadas, aplicamos una poda de rejuvenecimiento, más drástica, eliminando ramas desde la base para estimular nuevos crecimientos. Aunque impresiona, esta técnica puede salvar rosales que parecían perdidos.
Cómo podar rosas paso a paso
Para podar bien, no hace falta complicarse. Lo primero es contar con unas tijeras afiladas y limpias, y unos buenos guantes. Empezamos eliminando todo lo seco, dañado o enfermo, y luego nos centramos en abrir la planta para que el aire circule mejor, dejando los tallos más fuertes y eliminando los que se cruzan o apuntan hacia el interior. Los cortes los hacemos en ángulo, justo por encima de una yema orientada hacia el exterior, para guiar el crecimiento en la dirección correcta. Y si el corte es muy grueso, podemos aplicar un sellador natural para proteger la herida.
Más allá de la poda: cuidados para rosales felices
Después de podar, es buen momento para abonar y regar con más mimo. A lo largo del año, es importante observar nuestras plantas, retirar flores marchitas, controlar el riego y estar atentos a plagas o enfermedades. La rosa es una planta agradecida: si la cuidamos con constancia, nos lo devuelve con flores abundantes y llenas de color.
Flores que florecen también en casa
Desde Antea Flora no solo cuidamos nuestro jardín: también llevamos alegría a otros hogares con nuestro servicio de flores a domicilio. Compartir estos consejos forma parte de nuestra filosofía: hacer que cada flor tenga una historia, una intención y un cuidado detrás. Podar rosas es un pequeño gesto, pero tiene un gran impacto. Te animamos a probarlo esta temporada y a descubrir la magia de verlas florecer con más fuerza que nunca.